-Llegó un día a Turiguanó para trazar grandes obras y fijarse en pequeños detalles
No tardaron muchos meses después del triunfo de la Revolución, cuando una tarde, los ganaderos de la Isla de Turiguanó, extremo norte de Morón, en la central provincia de Ciego de Ávila, recibieron una grata noticia.
De un jeep descendió una mujer que era toda delicadeza: No era otra que Celia Sánchez Manduley. Tras recorrer varios lugares de ese pintoresco lugar, se interesó por la vida de los ganaderos.
Todos vivían en humildes casas, dispersas por las pequeñas comunidades de Turiguanó y fue entonces que Celia hizo la propuesta de construir una nueva comunidad, sobre una ladera.