-Llegó un día a Turiguanó para trazar grandes obras y fijarse en pequeños detalles
No tardaron muchos meses después del triunfo de la Revolución, cuando una tarde, los ganaderos de la Isla de Turiguanó, extremo norte de Morón, en la central provincia de Ciego de Ávila, recibieron una grata noticia.
De un jeep descendió una mujer que era toda delicadeza: No era otra que Celia Sánchez Manduley. Tras recorrer varios lugares de ese pintoresco lugar, se interesó por la vida de los ganaderos.
Todos vivían en humildes casas, dispersas por las pequeñas comunidades de Turiguanó y fue entonces que Celia hizo la propuesta de construir una nueva comunidad, sobre una ladera.
La iniciativa impactó a todos los vecinos: construir unas 50 viviendas tipo holanés, con techo empinado de zinc, montadas sobre pilotes. Al poco tiempo aquella genial idea se convertía en realidad. En la actualidad la comunidad lleva el nombre de la heroína de la sierra, por ser ella la protagonista de ese proyecto.
A la entrada de la comunidad se alza un sencillo conjunto escultórico que honra la memoria de aquella ejemplar mujer que acaba de descender de la sierra, para unirse a los obreros y campesinos y proyectarse por mejores condiciones de vida.
Celia Sánchez Manduley, la muchacha de Media Luna, la organizadora del recibimiento a los expedicionarios del Granma, la primera mujer en incorporarse al Ejercito Rebelde. la primera en combatir en la Sierra Maestra, fue aquella de talento extraordinario que supo apreciar las artes y hacer patria en grandes obras y en pequeños detalles.
Fue así que Celia entró a la eternidad como símbolo purísimo del pueblo cubano en la época de Fidel.
Este 11 de enero, se cumplen 41 años del fallecimiento de la heroína de la sierra a quien también se le conoce como La Flor más Autóctona de la Revolución Cubana.
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