
El cierre de la cárcel en la base de Guantánamo vuelve hoy al debate político en Estados Unidos, pocos meses antes de las presidenciales de noviembre y del fin del mandato del presidente Barack Obama.
En su campaña para los comicios de 2008, Obama prometió cerrarla, pero le fue imposible hacerlo, ante la fuerte oposición de los republicanos en el Congreso y otros grupos conservadores en la sociedad norteamericana.
A poco menos de dos meses de las elecciones del 8 de noviembre, en las que se decidirá quién relevará a Obama en enero de 2017, existen criterios encontrados acerca de la posibilidad de que el jefe de la Casa Blanca logre su propósito en los pocos meses que le quedan en su cargo.