
Algo más que las acostumbradas plataformas para bailables y cantinas de cervezas y comidas criollas, el Carnaval Morón 2016 abrió su diapazón para dar paso a manifestaciones artísticas, culturales y tradiciones, mediante la apertura de áreas emblemáticas, como el Reverbero, animado por variedades de servicios, musicales y otras muchas opciones.
La festividad cuenta entre sus atracciones con tres familiares de comparsas, Los Guaracheros de la Trocha, Los nuevos Guaracheros y Los guaracheritos, la muestra fahaciente del seguimiento a una tradición cultural arraigada desde hace cerca de un siglo en estos parajes.

Integrantes de la Compañía D´Morón Teatro amenizaron las noches de paseos de carrozas y comparsas con sus múltiples iniciativas, haciendo galas de cubanía y profesionalidad.
Una multitud invadió este fin de semana las distintas áreas festivas, desde calle diez, calle Cinco, alrededores del parque Martí, la cuadra de Sergio Antuña, Callejas y el entorno del parque Ignacio Agramonte, lugares donde también hubo un desplazamiento de carruceles, estrellas voladoras, dragones, barcos, trenes, caballitos y otros muchos entretenimientos para la grey infantil.
Por supuesto que no es posible el triunfalismo, cuanto hubo baches, desaciertos y problemas organizativos, como los que causaron que en la primera jornada el desfile de carrozas y comparsas abriera ya próximo a la media noche, y el pobre nivel artístico en el diseño de las tres pequeñas corrozas que conformaron el desfile.
Pero a pesar de esas notas discordantes, el pueblo disfruta del carnaval, y lo reconoce como una fiesta donde se dan la mano el arte, la cultura y la tradición.

Texto y fotos: Leonel Iparraguirre G.
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