Informaciones de última hora precisan que el viejo satélite UARS no está cayendo tan rápido como se preveía, por lo que su retraso hace pensar que su impacto en la tierra pudiera producirse este sábado.
Aunque no
puede excluirse que caiga sobre territorio de Estados Unidos, pese a una hipótesis
que la agencia espacial había descartado. Una empresa privada pronosticó su
impacto en las costa de Chile, aunque
una alerta difundía que sería en Italia.
El satélite
tiene seis toneladas de peso y es del tamaño de un ómnibus, pero los científicos
estiman que al entrar a gran velocidad
en la atmósfera terrestre podría fragmentarse en 26 pedazos.
La agencia
chilena del espacio sostuvo que no hay forma alguna de predecir donde
impactará, aunque “sólo unas horas antes se conocerá con exactitud el lugar, el
resto son elucubraciones.
En Italia
la protección civil reunió a un grupo de expertos para monitorear la situación
minuto a minuto, aunque las posibilidades de que el satélite caiga sobre ese país
son remotas.
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