Vilma Espín Guillois es una importante personalidad del movimiento revolucionario cubano. Fue la Presidenta fundadora de la Federación de Mujeres Cubanas en 1960, notable combatiente clandestina bajo las órdenes de Frank País.
Al triunfar la revolucion en 1959 fue conductora principal de las acciones políticas y estatales para materializar el acceso pleno de la mujer cubana a sus verdaderos derechos.
El apego a la justicia, a la honradez, a la honestidad, a la verdad, caracterizaba el ambiente familiar que rodeaba la infancia de Vilma y constituye la base de su personalidad, de su manera de ver y enfrentar la vida.
Recuero aquella mañana cuando la ví por primera vez en una visita que efectuó la la ciudad de Morón, en la década de los años 80. Era elegante en el vestir, lo que contribuía a ser más atrayente su personalidad y esbeltez, era alta, de cabellos dorados, de piernas bien torneadas. Modesta, era la palabra que la caracterizaba.
Un hecho que refleja su altruismo fue cuando evacuaron a los indigentes del barrio de San Pedrito, el más pobre en aquel entonces en Santiago de Cuba.
En esa ocasión, debido a la inundación por un ciclón, llegaron con la ropa empapada y Vilma consiguió el permiso de los profesores para utilizar el horno del laboratorio para secarlas, ninguno se enfermó ni hubo quejas, pese a que en esos años, no había ninguna ayuda gubernamental para estos casos.
Bien dijo Fidel: "El ejemplo de Vilma es hoy más necesario que nunca".
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