Con los uniformes de sus niveles educativos, libros y libretas en sus mochilas, se produjo el puntual reencuentro con sus compañeros de aula, lo que devino en el fraternal saludo uniendo sus codos, luego de la desinfección de las manos y la zuela de los zapatos, para evitar el contagio del peligroso coronavirus.
En el seminternado de primaria José de la Luz y Caballero, de la ciudad de Morón, los niños disciplinadamente recibieron la bienvenida que le ofrecieron los maestros en las aulas, mientras los padres que acompañaron a sus hijos hasta la escuela, mantuvieron el distanciamiento establecido.
Algo similar ocurrió en otros centros, como el seminterrnado José Martí, donde era palpable la alegría de todos por el reinicio de las clases, mientras en la Paquito González, del microdistrito norte, la limpieza y ordenamiento de aulas y locales era sobresaliente.
Nail Peñarada, administrador de esa escuela, señaló que han trabajado intensamente para garantizar un reinicio de curso con todas las condiciones creadas, mientras Gladys Esther Cuesta, cocinera, se desenvuelve en su área de trabajo con una impecable limpieza.
En las nueve escuelas rurales el reinicio del curso fue motivo de inmensa alegría. En la escuela primaria Doctor Mario Muñoz, del Embarcadero, Lien Casola Varona fue la encargada de izar la bandera nacional y expresiones de alegría y fervor revolucionario se hicieron evidentes en una comunidad que en el mes de abril se vio afectada con casos de la Covid-19.
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