Hotel Colón, dando belleza al corazón de Chambas |
Fotos del autor.
Luego de las intensivas jornadas que precedieron las celebraciones por el aniversario 63 de la histórica gesta del Moncada, los municipios de Ciego de Avila mantienen su quehacer laborioso en las esferas de la producción y los servicios, sin descuidar otras acciones como la limpieza, la higienización y el trabajo político ideológico.
Visitar Chambas, por ejemplo, es apreciar a un pueblo que no descuida ni un solo detalle. Tuve la oportunidad de recorrer gran parte de esa localidad y constatar no solo limpieza en las calles, sino ese detalle estético que permanece ausente en muchos lugares de la provincia.
Limpieza, colores, detalles |
¿Por qué en Chambas no se observan microvertederos?, ¿por qué en ese poblado los centros comerciales e instalaciones públicas se encuentran pintadas con ese sentido estético que merece cualquier perímetro urbano?.
Aprecié una iniciativa que me llamó poderosamente la atención, nada menos que un área de esparcimiento sano en el parque Martí, donde jóvenes de la localidad jugaban dominó, ping pong y desarrollaban otras iniciativas debidamente organizadas por la comisión de recreación.
Fábrica de Tabacos en plena producción |
Latente las tradiciones culturales: las parrandas |
Pude apreciar a un pueblo que conserva tradiciones y honra a sus héroes y mártires. No hay que llegar a Chambas para corroborarlo, pues desde la empinada loma que atraviesa el circuito norte, aparece una secuencia de vallas con las fotos y nombres de los caídos en ese municipio por la defensa de la Revolución: Manuel Montaña, Donatilo Arencibia, Rigoberto Pérez Carbó, y otros. Sobre cualquier bodega o instalación pública aparecen los símbolos del Gallo y el Gavilán, para no dejar morir las parrandas, vieja tradición cultural de la localidad.
Vi centros comerciales ordenados con empleados eficientes y trabajadores por cuenta propia con instalaciones estéticas y me llamó la atención la disciplina que se cumple en la terminal de ómnibus, a la hora de escalar el vehículo, sin amontonamiento en la puerta de la guagua, sino desde el interior del salón, lo que no da margen a indisciplinas, algo que debiera servir de ejemplo a otras localidades.
No pienso que todo es color de rosa, pues no mencionar algunas irregularidades presentes sería un rasgo de triunfalismo: un coppelia cerrado, un bulevard desarticulado y bicicleteros y motos circulando por esa cuadra, sin respetar la señal de prohibición de bicicletas, incluso de mano.
¿Acaso Chambas es la excepción? ¿Por qué allá sí, y en otros lugares no?
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