La iniciativa plantea que todo Estado miembro puede tomar medidas apropiadas dentro de su territorio para protegerse de cualquier señal incompatible con su soberanía, peligrosa para su seguridad o contraria a su patrimonio y valores culturales.
Esta propuesta cubana, apoyada y compartida por decenas de países en desarrollo, es plenamente coherente con el principio establecido en la constitución de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT).
En ese documento se establece el derecho soberano de cada Estado a reglamentar sus telecomunicaciones, teniendo en cuenta la importancia creciente que éstas tienen para la salvaguardia de la paz y el desarrollo económico y social.
Con este resultado, Cuba y todos los países del Sur obtienen un espaldarazo de la comunidad internacional en su justo reclamo de fortalecer la cooperación en el marco de la UIT, señala una nota de la Misión Permanente de Cuba en Ginebra.
Esta cooperación está dirigida a garantizar el respeto al Derecho Internacional y a las disposiciones vigentes en esta materia, frente al desafío que imponen las acciones injerencistas y violatorias a su soberanía, realizadas por algunas potencias, en particular, por las autoridades de Estados Unidos.
El pasado 2 de febrero, la conferencia ratificó el carácter ilegal de las agresiones radiales y televisivas que Washington mantiene contra Cuba.
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