Es hora de finalizar el estancamiento político y que los congresistas se dediquen a analizar cuestiones que de verdad importen al pueblo norteamericano, remarcó el jefe de Estado demócrata en su tradicional mensaje sabatino por radio e Internet.
En su alocución semanal Obama repitió varios puntos temáticos que ya abordó el martes último en el discurso sobre el Estado de la Unión, como el referente a la necesidad de rescatar los valores americanos y reanimar la industria manufacturera nacional.
Igualmente, el mandatario criticó como manipuladores políticos incoherentes a la bancada republicana en el Senado, sobre todo al legislador por Utah Mike Lee, quien insinuó que bloquearía próximas nominaciones del Ejecutivo para cargos judiciales y administrativos en el sector público.
El Congreso federal atraviesa su etapa de mayor impopularidad en cuatro décadas, al tiempo que Obama comenzó el año electoral 2012 con una aprobación menor al 50 por ciento.
El 84 por ciento de los ciudadanos encuestados por los medios ABC News y Washington Post desaprobó la gestión parlamentaria del Capitolio, y entre ellos el 65 por ciento precisó que la rechaza fuertemente.
Con solo 13 por ciento de respaldo popular y un nivel vasto de intenso criticismo cívico, la rama legislativa norteamericana recibió así su peor calificación desde 1974. La mayoría de los consultados explicaron estar descontentos con el estancamiento bipartidista.
El mismo sondeo evidenció que Obama llegó a enero con un rating de simpatía de 48 por ciento, que aunque significa una mejoría respecto al 42 por ciento de octubre último, todavía representa un mal indicio camino a los comicios generales del 6 de noviembre.
En su gira de esta semana por varias ciudades luego de su discurso sobre el Estado de la Unión, el Presidente dejó expuso temas como la creación de energía, reducción de costos universitarios, creación de empleo e impulso de la economía entre otros.
Antes de su regreso a Washington, el gobernante además habló sobre el alto costo de las universidades estadounidenses, la calidad de la educación y la formación de maestros, asuntos comentados en su discurso de Michigan.
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