No hay
profesión más humana que la que combate por la vida, contra el dolor, contra la
muerte, afirmó el Comandante en Jefe Fidel Castro el tres de diciembre de 2001,
en el acto nacional por el Día de la Medicina Latinoamericana.
En una Tribuna Abierta efectuada en la Escuela Latinoamericana
de Ciencias Médicas de La
Habana, el líder revolucionario exaltó a los hombres y
mujeres que se dedican al bienestar de sus semejantes y que, en el caso de la Isla, incluye la extensión de
tales servicios a otros pueblos.
Cada tres de diciembre, Cuba celebra la
efeméride como homenaje al nacimiento, ocurrido ese día de 1833 en Camagüey, de
Carlos Juan Finlay, descubridor del mosquito Aedes Aegypty como agente
trasmisor de la fiebre amarilla.
Tras 20
años de investigaciones y de sortear numerosos escollos, fueron internacionalmente
reconocidos los postulados científicos de quien también hizo notables aportes
acerca del tétanos infantil, la malaria, el cólera y otras enfermedades
tropicales.
Hoy
nuestros médicos, especialistas, personal de enfermería y técnicos de los
diferentes perfiles de la salud pública como integrantes de ese inigualable ejército de hombres y mujeres
de las batas blancas, realizan loables esfuerzos por elevar la calidad de vida
de toda la población.
Ellos
también en otras tierras del mundo
llevan sus conocimientos científicos por la salud de muchas personas que requieren de sus
valiosos concursos.
Por todo
eso, felicitamos de todo corazón a los trabajadores de la salud, esos hombres y
mujeres que no desmayan y que también están en la primera línea de combate de
estos tiempos.
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