Uno de cada
seis estadounidense necesita de ayuda para poder comprar alimentos, según
indican hoy estadísticas oficiales.
Un informe de la secretaría de Agricultura plantea que al menos 45 millones de personas se apoyan en los bonos para comprar sus alimentos, un alza del 80 por ciento desde que empezó la crisis en 2008.
El problema afecta notoriamente a los desempleados y a quienes trabajan medio tiempo, lo que los obliga a recurrir a cualquier fuente de comida disponible, ya sea bancos de alimentos, cocinas comunitarias y a las estampillas de comida.
El secretario de Agricultura, Kevin Concannon, dijo al respecto que nunca antes en la historia del programa de estampillas de comida (SNAP) se habían beneficiado 46.6 millones de personas.
Precisó que el 58 por ciento de las personas que acuden a los bancos de comida también reciben SNAP, lo que indica que la mayoría de familias necesita más de una fuente para cubrir sus necesidades alimenticias.
Los beneficiarios de las estampillas de comida acuden a los bancos de alimentos por lo menos seis meses al año, según datos estadísticos oficiales, aunque en algunos estados se han dictado normativas para perseguir a personas sin hogar que usan esto para atenuar la pobreza.
Por ejemplo, en el condado de Los Ángeles, en California, cerca de 390 mil personas reciben paquetes de comida una vez al mes a través de alguna de las 640 agencias u organizaciones comunitarias.
Vicky Escarra, directora ejecutiva de la organización Feeding America, la cual representa a más de 200 bancos regionales de comida en Estados Unidos, citada por el diario La Opinión, manifestó que el país enfrenta una situación difícil con altos niveles de desempleo o subempleo que no alcanza a cubrir las necesidades.
"Todos conocemos a alguien que está luchandoâ�� hemos visto cómo ha incrementado la pobreza y la enorme cantidad de personas que ahora necesitan asistencia para llevar alimentos a sus hogares", agregó.
Un informe de la secretaría de Agricultura plantea que al menos 45 millones de personas se apoyan en los bonos para comprar sus alimentos, un alza del 80 por ciento desde que empezó la crisis en 2008.
El problema afecta notoriamente a los desempleados y a quienes trabajan medio tiempo, lo que los obliga a recurrir a cualquier fuente de comida disponible, ya sea bancos de alimentos, cocinas comunitarias y a las estampillas de comida.
El secretario de Agricultura, Kevin Concannon, dijo al respecto que nunca antes en la historia del programa de estampillas de comida (SNAP) se habían beneficiado 46.6 millones de personas.
Precisó que el 58 por ciento de las personas que acuden a los bancos de comida también reciben SNAP, lo que indica que la mayoría de familias necesita más de una fuente para cubrir sus necesidades alimenticias.
Los beneficiarios de las estampillas de comida acuden a los bancos de alimentos por lo menos seis meses al año, según datos estadísticos oficiales, aunque en algunos estados se han dictado normativas para perseguir a personas sin hogar que usan esto para atenuar la pobreza.
Por ejemplo, en el condado de Los Ángeles, en California, cerca de 390 mil personas reciben paquetes de comida una vez al mes a través de alguna de las 640 agencias u organizaciones comunitarias.
Vicky Escarra, directora ejecutiva de la organización Feeding America, la cual representa a más de 200 bancos regionales de comida en Estados Unidos, citada por el diario La Opinión, manifestó que el país enfrenta una situación difícil con altos niveles de desempleo o subempleo que no alcanza a cubrir las necesidades.
"Todos conocemos a alguien que está luchandoâ�� hemos visto cómo ha incrementado la pobreza y la enorme cantidad de personas que ahora necesitan asistencia para llevar alimentos a sus hogares", agregó.
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