La rápida acción de fuerzas de los ministerios del Transporte y de Energía y Minas evitaron el vertimiento de cerca de 70 toneladas de petróleo crudo hacia la bahía de Matanzas en el occidente cubano, al descarrilarse un tren en el ramal del puerto yumurino que conducía hacia la refinería Sergio Soto, de Sancti Spiritus cerca de 700 toneladas de crudo destinadas a la producción de asfalto.Hasta el momento, según especialistas del ministerio de Ciencia Tecnología y Medio Ambiente, el daño al entorno se considera mínimo, puesto que se procedió de inmediato a trasvasar parte del petróleo del vagón cisterna descarrilado que quedó a merced de las aguas de la rada yumurina y según estimados, el vertimiento apenas alcanzó los tres metros cúbicos.
