
Hasta el momento, según especialistas del ministerio de Ciencia Tecnología y Medio Ambiente, el daño al entorno se considera mínimo, puesto que se procedió de inmediato a trasvasar parte del petróleo del vagón cisterna descarrilado que quedó a merced de las aguas de la rada yumurina y según estimados, el vertimiento apenas alcanzó los tres metros cúbicos.