Benjamín Álvarez en el montículo

Benjamín Álvarez  Foto: LeoIpa

La  generación de las décadas de los años 60 y 70 conocen bien a ese  guajiro que nació en Sitio Molina, apartado paraje del municipio de Chambas, donde jugaba  la llamada  pelota de manigua, pero que llegó a  ser  un respetado lanzador. No es otro que el veterano Benjamín Álvarez.

"Por entonces dondequiera había un terreno  de pelota y  en cualquier parte se formaba un equipito lo que nos permitía realizar  encuentros, donde uno conocía a muchachones que bateaban fuerte, cogían bien los batazos y  conectaban tremendas líneas, en ese mundo surgí como pelotero", recuerda  Benjamín.


Sin embargo, comenta que  antes de pelotero  fue  alfabetizador  en la loma de Mabuya, donde  fue  ubicado como miembro de las Brigadas Conrado Benítez en la casa de Martín Expósito, en el lugar conocido como Mauricio.

"Entonces el momento histórico requirió de mi contribución en la Lucha contra Bandidos -dice-  y poco tiempo después fui militar en La Habana, donde, por cierto tuve la oportunidad de participar en los Primeros Juegos Deportivos Militares efectuados en Cuba  en 1963".

Fue  así que Benjamín Álvarez llegó a integrar el equipo de primera categoría de  beisbol de Chambas, luego de un largo período de preparación y entrenamiento técnico. Llegó a ser un lanzador de mucha precisión, de lanzamientos certeros  que los bateadores respetaban cuando estaba  en la lomita.

Desde  su jubilación recuerda muchos   encuentros decisivos que como pitcher del equipo, posibilitó la victoria a los chamberos, aunque no deja de comprender que muchos juegos se le fueron de la mano.

Aunque lleva el beisbol en la sangre, se encuentra  alejado de este  deporte y  alega que los problemas de  salud lo remitieron entonces a otra manifestación que lo fascina: la música.

"Soy  alegre y parrandero y por ello me he sumado al conjunto de música campesina de  Morón, donde formo parte de los guateques, para desde este otro montículo dar  mi humilde aporte  a la cultura local", concluye.