Una rosa de oro tamaño natural, que le fuera regalada por el papa Francisco a la virgen de Guadalupe, será depositada este domingo a los pies de esa imagen, que preside su basílica en la capital mexicana.
Esa ofrenda del Sumo Pontífice se entrega en el marco del congreso Nuestra Señora de Guadalupe, estrella de la nueva evangelización en el Continente Americano, que se desarrolla aquí hasta el martes venidero.
En el cónclave participan más de 600 cardenales, arzobispos, obispos y fieles de América, así como de la Curia Romana.
El obsequio lo trajo al país el cardenal Marc Ouellet, prefecto de la Congregación para los Obispos, quien es el representante del Papa en ese encuentro continental.
La virgen de Guadalupe, patrona de México, tiene su santuario en el cerro del Tepeyac, el lugar donde se le apareció cuatro veces al indio chichimeca Juan Diego Cuauhtlatoatzin en 1531, según la versión católica.
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