Cuba pudiera ofrecer sin dificultades la rehabilitación a pacientes con patologías del sistema nervioso y osteomioarticular, si las leyes de Estados Unidos permitieran comprar en ese país equipos para las terapias.
Aparatos para emplearse en la hidroterapia, electroestímulos, electromagnética, ultrasonido y láser terapéuticos, además de lámparas de calor infrarrojo, carecen de piezas de repuesto, lo que limita su tiempo de vida útil y obliga a buscarlos en regiones geográficamente más distantes.
El bloqueo económico, comercial y financiero de EE.UU. hacia la Isla por más de 50 años provoca que se encarezcan los costos por transportación, precios y otros gastos, dijo Martha Teresa Rodríguez, coordinadora del programa de rehabilitación en la dirección de Salud en Ciego de Ávila.
Explicó que actualmente hay 62 equipos rotos y otros 28 parcialmente inutilizados, lo cual entorpece la labor de técnicos y especialistas en estos servicios, que se prestan en todos los municipios, los tres hospitales, hogares de ancianos y otras instituciones médicas.
Marai Venega, pediatra del Programa de Atención Materno Infantil (PAMI) en la provincia, precisó que a pesar de ser éste uno de los prioritarios por el Estado también se ve limitado en la compra de insumos tales como sondas de aspiración, jeringuillas, gasas y catéteres.
La doctora puntualizó que han tenido dificultad, además, con el funcionamiento de ventiladores mecánicos en las salas de los recién nacidos y con los dispositivos que se utilizan para el análisis de los gases (gasómetros).
Fernando Trujillo, director de Salud en el territorio, agregó que por la arbitraria medida del gobierno de los Estados Unidos el sector aquí ha carecido de papel para hacer electrocardiogramas y de máquinas de anestesia en los salones de operaciones.
A pesar de la obsesión yanqui de aniquilar al sistema social cubano, la profesionalidad del personal de la salud proporciona mejor calidad de vida a los enfermos, manifestó Ernesto Batista, padre de Celiany, niña operada de cáncer en los huesos, que recibió tratamiento con citostáticos.
Según estadísticas, de mayo de 2012 a abril de 2013, las afectaciones monetarias provocadas por el bloqueo a la salud pública se estiman en alrededor de 39 millones de USD, por la adquisición de medicamentos, instrumental y otros insumos en mercados lejanos y el uso de intermediarios.
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