En la moción presentada por Martin Garbos, su abogado, Gerardo pidió una audiencia oral y la entrega por las autoridades gubernamentales de evidencia adicional que permita investigar más sobre esos acontecimientos, reseña hoy el sitio digital www.antiterroristas.cu.
Asimismo, dijo que esos "periodistas" fueron pagados con dinero federal y actuaron, antes y durante el juicio de Los Cinco, con el propósito de crear lo que en 2005 el panel de la Corte de Apelaciones describió como "una tormenta perfecta de prejuicios y hostilidad".
La respuesta de la Fiscalía, enviada a la corte de la Florida el seis de julio último, intenta argumentar que los hechos presentados por la defensa no son tales y, por tanto, no resulta necesario procurar más información para esclarecerlos, y se opone a la audiencia oral solicitada por Gerardo.
Así -destaca la información-, le dicen en otras palabras a la propia jueza Joan Lenard, que la denuncia de la defensa sobre la conducta de los "periodistas" -que ella misma reconoció durante el juicio que llegaron incluso a amedrentar y acosar al jurado-, no es más que una teoría conspirativa y una especulación generalizada.
Podríamos recurrir a "privilegios ejecutivos" y a la Ley de Protección de la Información Clasificada para no acceder a la petición, advierte la Fiscalía, lo cual equivale a admitir su voluntad de seguir ocultando y manipulando las pruebas.
Ante tal actitud, la nota incita a reflexionar sobre los temores del Gobierno estadounidense, que no permite que Los Cinco, y particularmente Gerardo -quien cumple dos cadenas perpetuas más 15 años de prisión- puedan disponer de toda la información necesaria para defenderse de condenas tan injustas y absurdas como las que les fueron impuestas.
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