La ley viola la propia legislación de Estados Unidos, destacan la prensa de ese estado y agencias noticiosas, que se hacen eco de las reacciones a esta medida, que de entrar en ejecución es otro acto de reforzamiento del bloqueo económico, comercial y financiero sobre la nación antillana.
Scott firmó el martes el llamado proyecto de ley FHB 959, pero este miércoles declaró en un comunicado que la medida quedó en suspenso pues podría violar la legislación del país, dado que las medidas relacionadas con el comercio exterior son potestad de las leyes federales.
"Debido a que este conflicto podría existir, las restricciones no entrarán en efecto a menos y hasta que el Congreso apruebe, y el presidente Obama firme una ley que permita a los estados imponer independientemente ese tipo de sanciones", refirió el funcionario, primero elogiado y ahora atacado por la mafia cubanoestadounidense.
En su primera plana el diario de la ultraderecha miamense El Nuevo Herald tituló de "total fracaso" la ley y en su edición en línea el libelo lanzó el sondeo: "¿Cree que el presidente Obama y el Congreso aprobarán la ley de Rick Scott sobre Cuba?".
Casi un 80 por ciento de los participantes respondió "No" (698 personas), frente al Sí del 21 por ciento (148 votantes), reportó la agencia francesa de prensa AFP.
Firmas de Brasil y Canadá, los principales socios comerciales de la Florida, han expresado su oposición al proyecto, y la propia Cámara de Comercio estadual la calificó de inconstitucional, precisó el diario Tampa Bay Times.
Edie Ousley, vicepresidenta del departamento de prensa y relaciones públicas de la entidad de comercio, afirmó a medios de prensa locales que una ley como esta puede enviar un mensaje negativo a nivel internacional, y tener consecuencias no deseadas, según Prensa Latina.
Ahora politiqueros cubanoamericanos se han lanzado contra Scott por congelar el proyecto, entre ellos los representantes federales republicanos David Rivera, Mario Díaz-Balart e Ileana Ros-Lethinen, a quienes se unió el excongresista Lincoln Díaz-Balart.
Del aplauso a las críticas y hasta las amenazas han sido las reacciones, como la de Rivera, que amenazó al gobernador Scott con demandar su decisión ante la corte de justicia.
Ros-Lethinen, presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, también se opuso al comunicado del gobernador, argumentando que la FHB 959 se convirtió en ley cuando fue firmada y no será cambiada por una declaración.
Creo que no es contraria a la ley federal y, por eso, esta ley está vigente. No pienso que requiere más autorización congresional, dijo la connotada "Loba Feroz".
Considerada un "gesto" de Scott hacia el codiciado grupo de electores de la ultraderecha cubanoamericana, la ley debía entrar en efecto el primero de julio venidero.
Cuba la calificó de reforzamiento del bloqueo mantenido desde hace medio siglo, condenado en reiteradas ocasiones por la inmensa mayoría de los miembros de las Naciones Unidas y que ha costado más de 975 mil millones de dólares a la isla.
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