La visita de la presidenta
de la República
Federativa del Brasil a Cuba levantó las más variadas expectativas. Reseñando el
suceso numerosos medios corporativos o alineados al pensamiento totalitario del
capital que impera en el negocio noticioso, pusieron nuevamente el tema de los
derechos humanos en Isla con el habitual manejo intencionado.
Para verificar el guión se
leen repetitivamente los titulares que afirman que Dilma Rousseff “eludió el
tema”, que “se negó” a abordar el asunto, que se ocupó “solo de la economía” y
un largo etcétera manipulativo.
Sin embargo, la Presidenta, sí habló
del tema de los derechos humanos en la entrevista colectiva que concedió, solo
que su abordaje puso el asunto en una perspectiva multilateral, algo que parece
no querer escuchar algunos y que a otros no les suena bien.
“Yo concuerdo en hablar de
derechos humanos dentro de una perspectiva multilateral”, dijo Rousseff a periodistas
que le preguntaron sobre si tratará sobre el tema con las autoridades cubanas
como se lo demandaron algunos.
Rousseff argumentó que no
se vale “tirar piedras” cuando hay “techo de vidrio”. “No es posible hacer de
la política de derechos humanos solo una arma de combate político-ideológico.
El mundo tiene que convencerse de que es algo de que todos los países tienen
que responsabilizarse, incluido el nuestro”.
Dilma advirtió que el tema
de los derechos humanos no debe ser usado por algunas naciones como un arma
política o ideológica contra otras. Como ejemplo la presidenta mencionó la
irregular situación de la
Base Naval de Guantánamo en el oriente cubano, convertida en
prisión militar por Estados Unidos y que ha sido señalada como un centro de abusos
contra prisioneros por grupos de derechos humanos de todo el mundo.
Otro tópico que trata de
ser minimizado por las manipulaciones mediáticas o de otro tipo respecto a Cuba
es el bloqueo de los Estados Unidos, que califica como una flagrante violación
de los derechos humanos de todo un pueblo.
Para Dilma la cooperación
con la Isla es
la mejor forma de combatir el bloqueo impuesto desde hace medio siglo por
Estados Unidos. Reiteró que su país está comprometido con el proceso de
actualización económica que protagoniza Cuba.
La Presidenta dejó explícito su rechazo al
bloqueo y sostuvo que esta medida no genera beneficios. “La mejor forma para
que Brasil ayude a Cuba es contribuir para poner fin a este proceso que a mi
juicio no lleva a gran cosa, sino solamente a más pobreza de las poblaciones
que sufren el tema del bloqueo, el tema del embargo, del impedimento del
comercio”.
Por otro lado defendió “una
asociación estratégica y duradera” entre su país y la isla. “Nosotros queremos
una relación estratégica y duradera, estamos haciendo una relación a través de
estos proyectos que va a elevar para Brasil y para Cuba un proceso de
desarrollo. Yo creo que eso que está haciendo Brasil en Cuba, es esa
contribución”.
Brasil concedió créditos
por 200 millones de dólares para la compra de alimentos y la financiación de
las obras de ampliación y modernización del Puerto de Mariel, que visitó en la
tarde de este martes. “Nosotros creemos que es fundamental que sean creadas
aquí condiciones de estabilidad para el desarrollo del pueblo cubano”.
Dilma Rousseff sí habló de derechos humanos en
Cuba y en otras partes, de conformidad con el Brasil que necesita América
Latina, sus gentes.
Colaboración: Norelys Morales Aguilera
No hay comentarios:
Publicar un comentario
(Su comentario puede tardar unos minutos para ser publicado)