Reina Luisa
Tamayo, madre del fallecido recluso cubano Orlando Zapata Tamayo, confesó
sentirse traicionada, engañada y decepcionada con todos los que la llenaron de
luces y ofrecimientos una vez que llegara a Estados Unidos.
Durante
el programa televisivo "A Fondo con Sevcec", de un canal local, contó
Reina Luisa Tamayo las vicisitudes que tiene que enfrentar para sobrevivir en
Miami, siete meses después de su llegada.
En ese
sentido, explicó cómo se gana la vida como sirvienta, limpiando casas, cuidando
ancianos y junto a su esposo, arreglando la hierba de los patios.
"Vivimos
nueve personas en una sola casa, pero no nos alcanza el dinero para pagar la
renta de 2 300 dólares mensuales, más el resto de las cuentas”, declaró
mientras narraba sus esfuerzos por conseguir que la comunidad cubana exiliada
les diera algo de ayuda económica.
Reina Luisa
Tamayo dijo estar viviendo un momento
desesperado y con una mezcla de rabia y tristeza. "El espíritu de mi hijo
estará sufriendo lo que está pasando su madre", lamentó.
La señora
Tamayo decidió marcharse a Miami junto a doce familiares. Durante la campaña
difamatoria que se orquestó desde Miami contra Cuba, después de la muerte de
Zapata Tamayo, "grupos de exiliados" y "organizaciones de
refugiados" ofrecieron brindar ayuda a la familia Tamayo.
La mujer
llegó a Estados Unidos cargando las cenizas de su hijo el pasado 9 de junio.
Entre vítores y abrazos, los mismos que empujaron al suicidio a Zapata, la
recibieron en el aeropuerto. Políticos, cabilderos y hasta algún que otro
terrorista, se congregaron en el Miami International Airport, para darle una bienvenida
cargada de promesas.
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