El líder de
la Revolución Cubana
Fidel Castro, en su segunda reflexión de este año, titulada La Paz mundial pende de un hilo,
plantea que la situación política creada en torno a Irán y los riesgos de una
guerra nuclear que de ella emanan y a todos involucra, posean o no tales armas,
son sumamente delicados porque amenazan la propia existencia de nuestra
especie.
Fidel
expone con claridad que El Oriente Medio se ha convertido en la región más
conflictiva del mundo, y el área donde se generan los recursos energéticos
vitales para la economía del planeta y sostiene el criterio, sin dudas
compartido por todas las personas con un sentido elemental de responsabilidad,
de que ningún país grande o pequeño tiene el derecho a poseer armas nucleares.
Añadió
Fidel: “Nunca estas debieron usarse para atacar dos ciudades indefensas como
Hiroshima y Nagasaki, asesinando e irradiando con horribles y duraderos efectos
a cientos de miles de hombres, mujeres y niños, en un país que ya estaba
militarmente vencido.
Al analizar
pausadamente este compleja problemática expone que los acontecimientos se
suceden con increíble rapidez; pero la tecnología los transmite al público de
forma aún más rápida. “Un día cualquiera, como el de hoy, -dijo Fidel- noticias importantes se suceden
con extraordinario ritmo. Un despacho cablegráfico fechado ayer, recoge la
siguiente noticia textual: "La presidencia danesa de la Unión Europea afirmó
el miércoles que una nueva serie de sanciones europeas más severas contra Irán
se decidirá el 23 de enero en razón de su programa nuclear, apuntando no sólo
el sector petrolero sino también al banco central”.
También
comenta otras noticias reciente como la
referida a que China no dio señales el miércoles de ceder terreno a las
demandas de Estados Unidos de que reduzca sus compras de petróleo iraní y
consideró un exceso las sanciones de Washington contra Teherán".
Señala el
líder cubano que cualquiera se asombraría de la tranquilidad con que Estados
Unidos y la civilizada Europa promueven esta campaña con una pasmosa y
sistemática práctica terrorista.
Más
adelante comenta: “Estados Unidos ha sido conducido por su contradictoria y
absurda política imperial a problemas serios en países como Pakistán, cuyas
fronteras con otro importante Estado, Afganistán, fueron trazadas por los
colonialistas sin tomar en cuenta cultura ni etnia”. Y añade:
“Pero
también resulta extremadamente inhumano, que hombres, mujeres y niños, o un
combatiente afgano que lucha contra la ocupación extranjera, sea asesinado por
las bombas de los aviones sin piloto. Algo también muy grave: decenas de
soldados y oficiales pakistaníes, que cuidaban las fronteras del país, han sido
destrozados por esas bombas”.
En declaraciones
del Presidente de Afganistán expresó que el ultraje a los cadáveres era
"simplemente inhumano, y pidió al gobierno estadounidense que aplique el
castigo más severo a quién sea que acabe siendo condenado por este crimen,
mientras que portavoces de los talibanes declararon que en los diez últimos
años se dieron centenares de actos similares que no fueron revelados.
Fidel
Castro concluye sus reflexiones al exponer: “Uno incluso siente lástima por
aquellos soldados, separados de familiares y amigos, a miles de kilómetros de
su propia patria, enviados a luchar en países que ni siquiera tal vez oyeron
mencionar como escolares, donde les asignan la tarea de matar o a morir para
enriquecer a empresas transnacionales, fabricantes de armas y políticos inescrupulosos,
que dilapidan cada año los fondos que se necesitan para la alimentación y la
educación de los incontables millones de hambrientos y analfabetos en el mundo.
No pocos de
esos soldados, víctimas de los traumas sufridos, terminan privándose de su
propia vida.
¿Acaso
exagero cuando afirmo que la paz mundial pende de un hilo?
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