.Trabajadores por cuenta propia que ofertan bellos objetos artesanales
Basta pasar por las cercanías del parque Martí de la ciudad de Morón, para contemplar la belleza de la artesanía local. El paciente trabajo de hombres y mujeres dedicados a la talla en madera, al moldeo del barro o a la composición de figuras en metal, llama la atención desde el primer momento.
Figuras imaginarias y de la realidad circundante componen el mundo de los artesanos, combinados con elegantes colores y precisos detalles, llenan estantes, mesas y armarios para ser ofertados como preciosos souvenir de un paseo imborrable por la ciudad.
Madelaine es una joven que un día decidió ingresar al ejército de trabajadores por cuenta propia, como vendedora de artículos de artesanía. Un grupo de turistas invade su punto de venta a los que muestra una colección de pequeños vehículos de distintas épocas, confeccionados con madera, embarcaciones de vela, tambores, maracas y otras muchas figuras.
“Todas las ofertas son fabricadas por nosotros mismos, aquí nada es importado, ni adquirido en establecimientos del mercado estatal”, confiesa la artesana.
