
La actriz, de 39 años, también tendrá que pagar una multa de 367.000 dólares tras declararse culpable en diciembre de 2016 de producir, poseer y transferir un agente biológico para usarlo como arma.
La mujer utilizó semillas de ricino, lejía y jeringas que compró con la tarjeta de crédito de su entonces esposo para fabricar la ricina —una toxina biológica que puede ser fatal.