Muchas veces, durante las últimas décadas, los cubanos nos hemos preguntado: ¿Qué estarías haciendo hoy Comandante Ernesto Che Guevara? ¿Cuánto hubieran aportado tus acciones y tus palabras para construir el presente y el futuro de Cuba?
Definitivamente, su pensamiento tiene plena vigencia para los pueblos latinoamericanos, pues varias veces el Che resaltó que todavía los días complejos no habían pasado, ni en el terreno de la política, ni de la economía, ni en lo que respecta al peligro de otras agresiones militares: “Son días verdaderamente difíciles, pero dignos de ser vividos”.
Aquellos que lo asesinaron en la escuela de La Higuera, en tierra boliviana, no pudieron matar su legado. Su desaparición física no borró la significación de su vida porque su ejemplo, como expresó el Comandante en Jefe Fidel Castro: “Como semilla caída en tierra fértil, germinó en el clamor y la acción de los pueblos, en la obra de la Revolución que ayudó a forjar, y en las nuevas Revoluciones que surgieron en su tierra americana”.
En medio de los enormes problemas de la contemporaneidad, es imprescindible evocar constantemente al Che. Es necesario asumir el hilo conductor del pensamiento guevariano, particularmente en la situación que vive América Latina.
Che es un hombre de su tiempo, al que le correspondió actuar en un escenario histórico signado por una época de Revolución. Es un ícono de la justicia y del hombre nuevo con el que tanto soñaba para la humanidad.
El Che es fuente de motivación y enseñanza. Él es patrimonio de América Latina y del mundo, más que de un país en particular donde naciera, luchara o muriera. Ernesto Guevara es símbolo para millones de hombres y mujeres en diferentes partes del mundo.
El Che es un hombre con un ejemplo imperecedero que nos convoca cada día a soñar, a crear y a confiar en un ideal. Desde su partida física le ha hecho mucha falta a sus pueblos de América que todavía están por lograr la definitiva independencia.
En Ernesto Guevara, palabra y acción siempre estuvieron unidas indisolublemente. Así respondió su hija, Aleida Guevara March, ante la pregunta: “¿qué estaría haciendo el Che hoy si se hubiera quedado viviendo en Cuba?”
Rápidamente afirmó: “Estaría consciente de que hay muchas cosas que tenemos que resolver, pero siempre estaría al lado del pueblo cubano. Mi papá estaría con su manera aguda de crítica inmediata, segura; y la gente estaría contenta de escucharlo siempre, porque el Che decía tranquilo lo que pensaba, y lo decía mostrando cómo trabajar para resolver los problemas. La gente por eso lo seguía y si hoy estuviera aquí, estaría trabajando junto a nosotros, en movimiento”.
Fuente: Radio Rebelde Dogital
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