El reloj marca cerca de las nueve de la mañana cuando alguien toca en la puerta de la casa. Es el pesquisador.
Generalmente son estudiantes de la carrera de medicina de la Facultad de Ciencias Médicas de Morón, que con batas blancas, nasobuco y muchas veces mascarilla plástica, se encargan de tomarle el pulso a la ciudad, en medio del preocupante rebrote de casos positivos de la Covid-19.
Tablilla en mano anotan la mayor cantidad de elementos posibles: cantidad de moradores de l vivienda, cuántos mayores de 60 años, si alguien presenta algún síntoma, y así otras interrogantes y siempre un consejo, una recomendación al distanciamiento y a la higiene personal y la desinfección, lo que permiten hacer una valoración de la situación que presenta cada área de salud.
"Son muchas cuadras a recorrer, muchas viviendas a visitar e incluso muchos riesgos a saltar",refiere uno de los jóvenes que emprende cada mañana su habitual recorrido por la calle Martí de la ciudad de Morón.
Sin embargo, en todas las áreas de salud el pesquisje no se comporta de esta manera. Una reciente comprobación, llegó a l conclusión de que se han presentado irregularidades, y por ello, el Consejo de Defensa Municipal se ha proyectado porque la pesquisa sea estable, teniendo con cuenta su importancia en estos momentos de complejidades epidemiológica.
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