El Presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez aseguró hoy en la Mesa Redonda de la Televisión Cubana, que las medidas están bien pensadas, parten de la experiencia cubana y tienen en cuenta la internacional. Incluyen, además, un grupo de indicadores para definir cuándo un municipio y una provincia pasan a una nueva fase.
“El regreso a la normalidad de las actividades productivas y sociales va a ser de manera gradual, escalonada y asimétrica”, apuntó.
Explicó que no todo el país estará en la misma fase o etapa. “Todos los territorios sí partirán de la primera fase, pero hay municipios que de manera inmediata pasarán a una segunda o tercera fase, porque no han tenido casos durante varios días o porque sus indicadores están en un nivel mínimo”.
Actualmente, se trabaja con modelos matemáticos y epidemiológicos con el fin de establecer toda la estadística, experiencia y comportamiento de la pandemia.
Dichos modelos, explicó Díaz-Canel, indican que el epicentro y la cola de esta pandemia están en La Habana; por tanto, la capital se va a demorar más que el resto de los municipios y provincias para llegar a las diferentes fases.“Tendrá un tratamiento diferenciado”, precisó.
Se pronostica que haya un primer rebrote entre septiembre y noviembre, y en correspondencia se han tomado decisiones para evitarlo o minimizarlo.
Díaz-Canel aseguró que también se ha tenido en cuenta la experiencia y resultados de las más de 500 medidas aplicadas en el país para enfrentar la COVID-19 en Cuba, “muchas de las cuales llegaron para quedarse”.
Entretanto, “otras nos han despertado el pensamiento en la manera de encontrar soluciones” y para la aplicación y desarrollo en todos los ámbitos de la vida socioeconómica en la etapa de fortalecimiento económico.
En su intervención, el mandatario llamó a mantener el ahorro en medio de las condiciones económicas que vive el país, y a estar dispuestos a volver a aplicar un grupo de restricciones si se volviera a una etapa de rebrote o si existiera alguna incidencia en particular.
Informó que se reanudan todas la actividades económicas y sociales, pero escalonadamente. En ese sentido, explicó que no comenzarán al ciento por ciento, sino en menores porcentajes, y siempre preservando las medidas higiénico-sanitarias en todos los espacios públicos y centros de trabajo.
“Hay que tener mecanismos de pesquisaje y detección de enfermos. No se puede permitir que trabaje una persona que llegue con sintomatología a su centro laboral. Hay que evitar las actividades al aire libre con gran concentración de personas, así como la aglomeración en lugares públicos, sobre todo en los lugares cerrados”, alertó.
De igual manera, Díaz-Canel anunció que se mantendrán las regulaciones en el transporte y la movilidad de las personas, así como la atención priorizada a las familias más vulnerables y los sistemas de atención personalizada a esos núcleos con el fin de garantizar su aislamiento social.
“Tenemos que mantener como una norma el distanciamiento físico, y seguir protegiendo al personal de la salud”, enfatizó el presidente cubano.
Destacó que en Cuba no se lamentó la pérdida de vidas humanas en el sistema sanitario, “uno de los elementos que ha distinguido a la pandemia en otros lugares y una de las causas que provocó la saturación y colapso de los sistemas de salud en otros países”.
Entre las medidas que no se eliminarán, Díaz-Canel mencionó el uso del nasobuco, elemento de protección que hay que mantener, sobre todo en los espacios públicos, así como la máscara médica, el lavado frecuente de las manos y otras recomendaciones de higiene y desinfección.
De igual manera, el presidente señaló que se deben incrementar y perfeccionar los servicios a domicilio y el comercio electrónico, y reconoció que este último ha sido objeto de muchas quejas.
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