En una jornada marcada por el menor número de casos confirmados de COVID-19 en Cuba desde finales de marzo, el Presidente de la República y el Primer Ministro encabezaron la reunión del grupo de trabajo para la prevención y el control del nuevo coronavirus. En el encuentro se analizó también el polémico tema del comercio electrónico.
Las noticias relacionadas con la COVID-19 en la Mayor de las Antillas volvieron a ser estimulantes este miércoles, con la confirmación de solo seis casos, la cifra más baja desde finales de marzo, a lo que se suman 49 altas médicas otorgadas en el día: una tendencia favorable que se consolida en Cuba y marca un punto crucial en el enfrentamiento a la pandemia.
En medio de esa situación, que se mueve entre el entusiasmo por los números favorables y la urgencia de no desmontar ni una de las medidas aplicadas, el Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, y el Primer Ministro, Manuel Marrero Cruz, encabezaron el encuentro del grupo temporal de trabajo para la prevención y el control del nuevo coronavirus, una reunión que ha marcado la agenda diaria del Gobierno cubano desde inicios del tercer mes del año.
Según explicó el ministro de Salud de Pública, José Angel Portal Miranda, en Cuba permanecen ingresadas para la atención y vigilancia de la COVID-19 poco más de 5 mil personas, de ellas 810 en hospitales, el resto en los centros de aislamiento habilitados para contactos, sospechosos y viajeros.
Aun cuando las estadísticas asociadas con la pandemia en el territorio nacional disminuyen poco a poco, una de ellas se mantiene en cifras similares cada día. Se trata de la pesquisa activa, piedra angular de esta batalla en la Isla, y sobre la cual Portal Miranda detalló que en la última jornada se habían llegado nuevamente a más de 4 millones 544 mil personas; un millón 671 mil 675 de ellas son adultos mayores.
Al hacer un seguimiento de los eventos de transmisión local de la enfermedad, dijo que se han sucedido 44 y se han cerrado 24, al no confirmarse en ellos nuevos casos. Los 20 que se mantienen activos se localizan en siete provincias y la Isla de la Juventud, en los cuales se han aplicado medidas de reforzamiento o cuarentena, a partir de su complejidad.
En esta ocasión, las máximas autoridades de La Habana volvieron a informar a la dirección del país acerca de la situación epidemiológica de la capital, territorio con 873 casos confirmados – la cifra más alta del país — y donde se mantienen abiertos ocho eventos de transmisión local.
Al respecto, el gobernador, Reinaldo García Zapata, expuso que en los últimos dos días se ha mantenido por encima de mil 200 el número de pruebas de diagnóstico PCR, lo cual va en línea con la decisión de profundizar el pesquizaje en la ciudad, donde este miércoles se confirmaron cinco casos.
En estos momentos, agregó, hay 296 casos activos en La Habana, aunque se mantienen ingresados 448 pacientes, en condición de sospechosos o contactos. El índice de ocupación hospitalaria es de un 34%, cifra que también ha ido bajando.
García Zapata informó que desde esta noche se refuerzan las medidas de aislamiento en el municipio de La Habana Vieja, donde se han determinado 33 casos desde que comenzó la epidemia y que por su cercanía a Centro Habana y su densidad poblacional precisa de una mirada diferente.
En esta reunión también rindió cuenta el Consejo de Defensa Provincial de Camagüey, territorio en el que se han confirmado 47 enfermos de COVID-19; de ellos 35 ya están recuperados, 11 se mantienen ingresados y se lamenta un fallecimiento.
Como ocurrió en uno de los encuentros del grupo temporal de la semana anterior, la gobernadora Yoseily Góngora López comentó sobre la marcha de la recuperación del municipio de Florida, donde a finales de abril ocurrió una tormenta local severa. En medio del enfrentamiento a la pandemia, apuntó, se han podido solucionar 295 de las 500 afectaciones y comenzó la construcción total de once viviendas, que serán entregadas con motivo del 26 de Julio.
Un punto importante en la cita de este miércoles correspondió a directivos de las Tiendas Caribe y Cimex, quienes explicaron los trabajos que se hacen para mejorar el comercio electrónico en el país, los cuales incluyen el incremento del ancho de banda, el mejoramiento de los equipos y el reordenamiento de la fuerza de trabajo encargada de este asunto.
Acerca de las insatisfacciones generadas en la población con la tardanza de los pedidos o el descuento del efectivo sin haberse realizado la orden, el Presidente Díaz-Canel indicó a los directivos de ambas cadenas “esmerarse en el tratamiento a las personas que están afectadas”.
El mandatario cubano habló sobre la necesidad de generar confianza con las soluciones que se darán, pedir las disculpas que correspondan y no dejar a las personas con incertidumbre.
“Esto tenemos que seguirlo perfeccionando, porque llegó para quedarse. De ahora en adelante tenemos que ir evolucionando a que haya más comercio electrónico que analógico. Es una de las cosas que tenemos que potenciar”, precisó.
Todo lo que se invierta en materia logística, en la concepción de las tiendas, reflexionó Díaz-Canel, tiene que proyectarse más al comercio electrónico que al tradicional.
Aunque, aclaró, “siempre tendremos que mantener un nivel de comercio tradicional porque todo el mundo no tiene acceso a esas plataformas; todo el mundo no las domina”.
Una parte importante de nuestro comercio irá por esa vía, acotó, que es más cómodo para todos, y “dará calidad en el servicio, va a agregar también valor y va a potenciar más el desarrollo del comercio en plataformas modernas”.
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