El nuevo coronavirus acecha al presidente Donald Trump, quien en su afán de reabrir el país quiere que millones de estadounidenses vuelvan al trabajo cuando su propio entorno laboral es vulnerable a la pandemia.
Según los reportes, tres miembros del Equipo Especial contra coronavirus de la Casa Blanca entrarán en cuarentena después de una posible exposición a la Covid-19.
El Dr. Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (NIH), y el doctor Robert Redfield, director de los Centros para el Control de Enfermedades (CDC), permanecerán aislados durante 14 días.
Mientras, Stephen Hahn, jefe de la Administración de Drogas y Alimentos (FDA), se encuentra en esa etapa de distanciamiento.
Fauci, el experto en salud pública de más alto perfil en el grupo de trabajo de Trump, hará una cuarentena modificada tras la exposición de bajo riesgo a un asistente de la Casa Blanca contagiado, informó la NIH.
El principal epidemiólogo del país seguirá en la modalidad de teletrabajo desde su casa, aunque tiene en planes dar un testimonio presencial la próxima semana ante el Senado.
Hahn notificó el viernes su cuarentena. Por su parte, Redfield, de acuerdo con la declaración que dio anoche el CDC, tuvo igualmente una exposición de bajo riesgo a alguien en la mansión ejecutiva que está enfermo.
Las noticias emergieron casi al unísono de la confirmación de que la secretaria de prensa del vicepresidente Mike Pence, Katie Miller, dio positivo al virus, lo que ocurrió además un día después de saberse que uno de los valets militares del presidente fue infectado.
Lo anterior plantea una pregunta obvia: si es tan difícil mantener un ambiente saludable en el 1600 de la Avenida Pennsylvania, ¿cómo pueden las empresas de todo el país establecer un espacio seguro para sus trabajadores?, señaló el diario The New York Times.
Algunos observadores consideran que lo sucedido demuestra a Trump el reto que significará reabrir la economía en medio de una pandemia que mantiene en niveles crecientes los números de contagios y muertes.
El virus está en la Casa Blanca, se mire como se mire, opinó Juliette Kayyem, exsecretaria adjunta de Seguridad Nacional en el mandato de Barack Obama (2009-2017).
Citada por el periódico, la exfuncionaria advirtió que el hecho de que un lugar como ese, con acceso a los mejores medios para mitigar el daño, no sea capaz de detener el virus, tiene el potencial de socavar la confianza sobre cualquier capacidad para derrotarlo.
La presencia del coronavirus SARS-Cov-2 tanto en el Ala Oeste como en los pisos residenciales de la mansión ejecutiva trae al mismo centro del poder el dilema que enfrenta la nación en un momento crucial de la pandemia, comentan analistas.
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