El embajador de la nación caribeña en Estados Unidos, José Ramón Cabañas, difundió también en Twitter que los expertos cubanos que investigan las condiciones de salud de los funcionarios norteamericanos en La Habana tuvieron un día activo en el Congreso en Washington DC.
Expertos cubanos propusieron hoy en la capital estadounidense un examen desapasionado de los informes de salud sobre diplomáticos estadounidenses que laboraban en la embajada norteamericana en La Habana.
La Academia de Ciencias de Cuba en la Academia Nacional de Ciencias (de Estados Unidos) propone un examen desapasionado de los informes de salud de los diplomáticos estadounidenses en Cuba de acuerdo con las reglas de la ciencia, escribió en Twitter el vicedirector del Centro de Neurociencias de la isla, Pedro Valdés-Sosa.
En el mismo servicio de microblogging el científico publicó una foto con el senador republicano Bob Corker, presidente del Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara Alta norteamericana.
'Gracias a él y a otras oficinas por un intercambio cordial y abierto con respecto a los informes de salud de los diplomáticos estadounidenses en Cuba', añadió Valdés-Sosa.
Por su parte, el embajador de la nación caribeña en Estados Unidos, José Ramón Cabañas, difundió también en Twitter que los expertos cubanos que investigan las condiciones de salud de los funcionarios norteamericanos en La Habana tuvieron un día activo en el Congreso en Washington DC.
En agosto de 2017 comenzaron a difundirse en la prensa de este país informaciones sobre incidentes médicos reportados por diplomáticos en la embajada en la isla, que luego comenzaron a ser calificados de 'ataques' por los medios y el Departamento de Estado, sin conocer el origen de lo sucedido.
Tras más de un año y medio de investigaciones, la agencia federal sigue dando el mismo calificativo a los incidentes de salud, pese a reconocer esta semana que continúa sin tener una causa conocida, o un individuo o grupo que se considere responsable.
Los hechos fueron usados como argumento por la administración de Donald Trump para retirar a la mayor parte del personal de su embajada en La Habana, suspender la emisión de visas allí y expulsar a 17 diplomáticos cubanos de esta capital, fuertes golpes para el proceso de acercamiento bilateral iniciado en 2014.
De ahí que tanto Cuba como voces estadounidenses denuncien que esta cuestión se ha politizado para justificar medidas que convienen a figuras totalmente opuestas a la apertura entre ambas naciones.
El Gobierno de la isla ha reiterado continuamente que nunca ha perpetrado ni perpetrará ningún acto contra diplomáticos estadounidenses ni de otra nacionalidad, algo que ratificó hace pocos días el director general de Estados Unidos de la cancillería cubana, Carlos Fernández de Cossío.
Hasta la fecha los medios norteamericanos han reportado una larga lista de teorías sobre los síntomas de los funcionarios, que van desde armas sónicas, virus, emisiones de microondas o neuroarmas, hipótesis que se han ido desmontando por diferentes vías, fundamentalmente científicas.
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