
1.- Rechazar inequívocamente la presencia en Lima, en el contexto del proceso preparatorio del Foro de la Sociedad Civil de la VIII Cumbre de las Américas, de ciudadanos de origen cubano y organizaciones mercenarias al servicio de gobiernos e instituciones extranjeras, que no cuentan con reconocimiento y legitimidad alguna, que persiguen revertir el orden interno, el bienestar social y el sistema político que hemos elegido los cubanos de manera soberana y democrática.
2.- Demandar al Gobierno de los Estados Unidos el levantamiento del criminal bloqueo económico, comercial y financiero impuesto desde hace más de 55 años contra el pueblo de Cuba, el cual constituye una violación de sus derechos humanos e impedimenta para la consecución de los objetivos de desarrollo sostenible; así como la devolución incondicional del territorio que ilegalmente ocupa la Base Naval en Guantánamo.
3.- Repudiar la pretensión imperial y de la oligarquía conservadora regional de imponer nuevamente los postulados de la tristemente célebre Doctrina Monroe y restaurar su hegemonía y el neoliberalismo que ha plagado de miseria a las naciones latinoamericanas y caribeñas.
4.- Respaldar los principios y propósitos del Consenso de Nuestra América como guía práctica hacia la consolidación de un programa político en favor de las mayorías.
5.- Denunciar todo intento de agresión económica, política o militar contra cualquier nación latinoamericana y caribeña, así como la injerencia en sus asuntos internos por parte de gobiernos o instituciones, contrario a los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas y las normas del Derecho Internacional.
6.- Apoyar expresamente al pueblo y Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela, así como sus derechos a la libre autodeterminación y la independencia de elegir el sistema social para el bienestar de su nación.
7.- Hacer un llamado a respetar los principios de la Proclama de América Latina y el Caribe como Zona de Paz, aprobados en II Cumbre de la CELAC en La Habana, enero de 2014, como herramienta para alcanzar la estabilidad necesaria para hacer frente a la corrupción, erradicar la pobreza y la inequidad económica y social, y a alcanzar los objetivos de desarrollo sostenible.
La Habana, 21 de marzo de 2018
“Año 60 de la Revolución”
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