Empresarios estadounidenses expresaron en La Habana la voluntad de contribuir al nuevo curso de las relaciones de su país con Cuba, pese a los efectos negativos del bloqueo económico, comercial y financiero contra la Isla.Alrededor de una treintena de compañías norteamericanas participan en la XXXIII Feria Internacional de La Habana FIHAV 2015, que transcurre hasta el 7 de noviembre en el recinto de EXPOCUBA, con la presencia de unos 70 países.
Entre las entidades de la nación norteña con un stand en FIHAV 2015 está la autoridad portuaria de Mobile, en el estado de Alabama, que desde 2002 opera como punto de embarque de productos hacia la mayor de las Antillas.
La directora de ventas para Latinoamérica de esa instalación, María Conchita Méndez, resaltó en diálogo con Prensa Latina la importancia de esta rada en el comercio con la isla, nexo que esperan estabilizar e incrementar en el futuro.
Méndez analizó las amplias oportunidades abiertas a las empresas norteamericanas que tienen licencia para realizar embarques hacia Cuba, pese a que en los últimos años disminuyeron sensiblemente los traslados de productos.
Ello obedece a que la contraparte cubana está obligada a pagar por adelantado, y en efectivo, lo que adquiere en Estados Unidos.
La falta de acceso a créditos y la imposibilidad de utilizar el dólar norteamericano en las transacciones internacionales cubanas, son algunas de las barreras, señaló la empresaria nacida en la nación caribeña, pero reside en el país vecino desde hace varias décadas.
Aseguró haber contactado en varias ocasiones con oficinas de los senadores republicanos por Alabama, Richard Shelby y Jeff Sessions, para alentarlos a respaldar en el Congreso las medidas adoptadas por el presidente Barack Obama a partir del 17 de diciembre de 2014.
Lo más importante es que los legisladores tomen conciencia de que con las restricciones del bloqueo, resulta muy difícil competir por el mercado cubano con empresas de otras naciones respaldadas por sus respectivos gobiernos, agregó.
Por su parte, Marcela Jiménez, representante de ventas de la compañía Gulf South, con sede en Fort Lauderdale, Florida, señaló a Prensa Latina que ejecutivos de esa entidad contactan con varios legisladores del sureño estado, para pedirles apoyar el establecimiento de una relación estable con la isla antillana.
No nos resulta fácil, porque una parte de los congresistas que nos representan en el Capitolio rechazan los nexos con Cuba, lo cual va en contra del deseo de la mayoría de sus electores, añadió Jiménez en el pabellón de su compañía, dedicada a la exportación de productos forestales y sus derivados a varios mercados del Caribe.
Por otra parte, el empresario Jay S. Brickman, vicepresidente de la naviera Crowley Maritime Corporation, también con sede en Fort Lauderdale, indicó que su compañía, fundada en 1892, espera aprovechar los nuevos aires de las relaciones entre Washington y La Habana para reactivar su presencia en la Isla.
Este es un proceso irreversible, aunque con muchos obstáculos que debemos vencer entre todos; incluso sería muy difícil revertirlo en el supuesto caso de que triunfara un republicano en las elecciones presidenciales de noviembre de 2016, añadió Brickman.
"Es como rellenar un tubo de pasta de dientes que hemos vaciado, ilustró el empresario. Ahora falta que el Congreso cumpla su tarea y levante de lleno las sanciones unilaterales contra La Habana. Me siento optimista y pienso que eso sucederá más temprano que tarde"
Las autoridades cubanas consideran que el bloqueo impuesto contra la Isla desde hace más de medio siglo es el principal obstáculo para el proceso hacia la normalización de las relaciones bilaterales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
(Su comentario puede tardar unos minutos para ser publicado)