ESPECIAL DE HOY: LA NUEVA CARA DE LA CIUDAD

A 460 kilómetros de la capital cubana, por buen camino,  se accede a Morón. Muchos la conocen como Ciudad del Gallo, según los historiadores por tratarse de un fenómeno de transculturación, pues en Morón de la Frontera, perteneciente a Sevilla, España,  existió  igualmente un gallo, a cuya leyenda hace referencia el escritor Larry Morales, en su libro Medio Milenio por Morón, donde explica por qué lo de "como el Gallo de Morón, sin plumas y cacareando".

Pero, nada de una ciudad "desplumada".Todo lo contrario, pues en poco más de cinco décadas la ciudad ha tomado cuerpo, al variar sus contornos con el surgimiento de varios microdistritos conformados por bloques de edificios multifamiliares, instalaciones sociales como mercados, servicios de salud, comunicaciones y  otros, como el caso de Villamil, micro Norte, Carrazana y  el más moderno el conocido como Calle Diez, donde más de una veintena de novedosas edificaciones extendieron la urbanización hacia un despoblado terreno donde crecía el marabú.

Aquel antiguo hospitalito situado a la entrada de la localidad, casi frente a la escultura del símbolo de la ciudad,  perdió su objeto social para convertirse en el Hogar de la Tercera Edad, que acoge a unos 200 beneficiados, gracias a la Asistencia Social. Surgía entonces una magestuosa edificación en una explanada que ocupaba  una tenería, que en la actualidad es orgullo del pueblo de Morón: el Hospital General Docente Roberto Rodríguez, con capacidad para más de 600 camas y más de 20 especialidades médicas, formando parte de un conjunto de otras importantes instalaciones, como la Filial de Ciencias Médicas y el Politécnico de Especialidades de la Salud Arley Hernández Moreira.

Por cierto, el sistema de salud en Morón se complementa  con policlínicos, como el Integral Norte Universitario, pues se encuentra habilitado para impartir docencia a los que estudian la carrera de Medicina, además de la red de Consultorios del Médico de la Familia, Hogares Maternos y clínicas estomatológicas.

Una empinada edificación saluda a los visitantes: la Escuela Pedagógica, donde cada año egresan jóvenes interesados en el magisterio. Pero la Ciudad del Gallo es mucho mucho más. Es también entorno turístico, con varias instalaciones como Hotel Morón, El Patio de la Trova, restaurantes y  varias unidades gastronómicas, en completa armonía con el entorno urbanístico.

Cómo excluir la emblemática Terminal Ferroviaria, construida en 1923 y  otras antiguas edificaciones  de  esa época, como el  antiguo Hotel REX, en fase de remodelación en el mismo corazón de la ciudad.

Si de se recorrer la ciudad  se trata, habrá que recordar que en la década de los años 70, todo un arrebato aparentaba la realización de profundas  excabaciones en todas las calles de Morón. ¿qué sucedía entonces?. Se  comenzaba a cumplir  una vieja petición de la ciudadanía que los "politiqueros", prometieron pero que nunca llegan a cumplir: la construcción del sistema de alcantarillado.

Cierto que con el paulatino crecimiento poblacional, han sido preciso nuevas inversiones que resulten eficientes para dar solución a las demandas poblacionales. De  ahí la aplicación de razonables estrategias que el gobierno local, muchas veces con escasos recursos disponibles.

Así se han dado pasos importantes, un ejemplo pudiera ser la conversión de las ruinas del añejo Teatro Reguero, en un complejo cultural, guarida de la Compañía D´Morón Teatro, que además es una verdadera gloria de la ciudad.

Pero de todo lo expuesto en este trabajo, lo más sobresaliente es la gente de esta ciudad, la que, es cierto que camina por la calle y no por las aceras, la que es trabajadora, pero también alegre y fiestera, esa misma gente que cuando está fuera del terruño, no hace más que pensar y  hablar bien de su ciudad y de su gallo. Si no es así,  se puede afirmar que NO es de Morón.