Tal parece que el tiempo se ha detenido para mantener intactas las huellas de Pio Leiva en la ciudad de Morón. Los que lo conocieron lo recuerdan caminando por las calles, conversando con los amigos en uno de los bancos del parque Martí y otros lugares que acostumbraba frecuentar.
A Pio lo caracterizaba la seriedad, pero al mismo tiempo compartía la jocosidad y reía con fuerza cuando se hacía un chiste o se recordaba una anécdota.
Acostumbraba a opinar de pelota, a hablar de cosas antiguas de Moròn y pocas veces, o casi nunca, habla de su vocación de cantante.Cuando estaba en este ambiente, no parecía ser aquel montunero que estremecía los escenarios y que era tan admirado por la población.
Muchas personas no recuerdan haberlo visto cantar en Morón, y en una ocasión le pregunté ¿cuándo Pio cantará en la tierra del Gallo?..Y sin mucho titubeo me respondió:
-"Ahora mismo, porque siempre estoy dispuesto a cantarle a mi querido pueblo.". Y recuerdo que a todo pecho y en plena calle entonó un fragmento de su inmortal melodía Pio mentiroso.
Cierto día Pio decidió trasladarse para la capital del país donde debía cumplir compromisos de trabajo. En la ciudad se sintió el vacío, pero su voz se escuchaba diariamente por la radio local complaciendo las solicitudes de muchos oyentes.
El 23 de marzo del año 2006 Pio Leiva dijo adiós para siempre a su pueblo.Fallecía un hijo distinguido de Morón, un artista admirado por todos los cubanos, un montunero por excelencia.
A ocho años de aquella triste noticia el Pio de Morón sigue presente en las calles, en los parques, sembrando historia y tradición musical.
-Leonel Iparraguirre González
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