Artistas cubanos exponen Detrás del Muro en Nueva York

Por estos días una parte del arte contemporáneo cubano da de qué hablar en una de las principales plazas de las artes visuales en el planeta. Nueva York, la ciudad del Museo de Arte Moderno (MOMA), acogió la inauguración de Detrás del Muro, proyecto colectivo que se robara la atención del público cubano en el 2012, durante la Oncena Bienal de La Habana.

Curada por Rachel Perera y Juan Delgado, esta muestra llega a las galerías de la Donald Rubin Fundation con esculturas, instalaciones y performances de 22 creadores cubanos, como Roberto Fabelo y Roberto Fabelo Hung. Artistas de varias generaciones y tendencias que concurren a esta muestra, con las mismas o similares piezas a las expuestas durante la gran intervención urbana realizada en el malecón capitalino.


Tal es el caso de Duvier del Dago, uno de los artistas cubanos emergentes, quien presenta su réplica en papier-maché de un antiguo cañón Parrot, que medio milenio después aún custodia la entrada a la bahía habanera. Según explicó el artista a Granma, la pieza original se exhibe actualmente en una de las galerías del Castillo de los Tres Reyes del Morro, donde también está el artefacto bélico de la inspiración. Por tal motivo llega a Nueva York con una maqueta de la pieza.

Entre los artistas que destacan en esta expo destacan, además, Aimée García, Alejandro González, Ale-xan-dre Arrechea, Arlés del Río, Carlos Martiel, Carlos Montes de Oca, Donis Dayán, Elizabeth Cerviño, Esterio Segura, Florencio Gelabert, Hum-berto Díaz, Inti Hernández, Jorge Wellesley, María Magdalena Campos, Marianela Orozco, Rafael Domenech y Reinier Leyva.

Juanito Delgado, curador del proyecto, también durante la Bienal cubana, precisó que Detrás del Muro es una propuesta que pretende universalizar los significados y significantes del Malecón. Para ello, dijo, se ha querido hacer esta mirada que llega acompañada de un documental homónimo a estrenarse en el próximo Festival del Nuevo Cine La-tinoamericano, así como de un libro y sendos textos firmados por dos de las grandes voces de la crítica de arte en el país: Elvia Rosa Castro y Mario Coyula.