El año que despiden los cubanos

Faltan pocos días para despedir al 2012 y los cubanos le decimos adiós a un período de complejidades y de limitaciones, aunque se dieron pasos significativos en muchas esferas de la sociedad.

Fueron 12 meses asediados por el criminal bloqueo estadounidense contra la isla, golpeados indirectamente por la crisis mundial, en medio de amenazas y noticias cada vez más intolerantes como los conflictos bélicos generados por la prepotencia imperial, además de la preocupante evolución del cambio climático, entre otros factores.

Pese a todo ello, los cubanos mostraron tranquilidad, seguridad y confianza, tres aspectos muy difíciles de conjugar en el mundo actual, evidenciado por manifestaciones, protestas, huelgas, represiones y demandas en muchas latitudes.


Más, en la isla grande del caribe  el 2012 no fue tan crudo,  pues a pesar de insatisfacciones, los cubanos vieron abrirse puertas y  ventanas que vislumbran soluciones más justas y dignas.

En términos de política económica no se puede negar que el país mostró avances a partir de un reordenamiento laboral y la apertura de nuevas vías, como el ejercicio del trabajo por cuenta propia, una forma que no solo ha permitido dar empleo, sino diversificar y ampliar las ofertas y servicios a la población, quebrados en cierta  medida hasta entonces.

Otras medidas que  han implicado flexibilidades y  ajustes, hacen que los cubanos sintieran satisfacción al contar con  mejor calidad de vida,  como las inherentes  a las construcciones, reparación y rehabilitación de viviendas, la apertura de obras  sociales y  los programas dirigidos a la producción de alimentos, por citar algunos.

Esto no quiere decir que no existen dificultades, muchas objetivas y otras que dependen de la voluntad y entrega de la propia población, sin dejar de reconocer que persisten manifestaciones perjudiciales, como el facilismo, la mediocridad y el triunfalismo que en determinadas circunstancias provocan irritación.

Ya en la despedida del año, los cubanos prosiguen con los reclamos de justicia  para los cinco hermanos encarcelados desde 1998 en prisiones de Estados Unidos,  no obstante la ola internacional de solidaridad que se levanta por la liberación de estos cinco compatriotas.

Con estos logros y cuentas pendientes, se despide  en Cuba otro año de esfuerzo, constancia y dedicación y sobradas  razones para  seguir  en defensa del sistema político que conquistamos hace ya 55 años.