Una cumbre sin Cuba y sin Ecuador

La decisión del presidente de Ecuador, Rafael Correa, de no asistir  a la VI Cumbre de las Américas que se realizará en Colombia es considerada como coherente por el director de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso), Adrián Bonilla.

“Me parece que tuvo eco y logró protagonizar un hecho respaldado prácticamente por todos los gobiernos con la excepción explicita del gobierno de los Estados Unidos que se siguió oponiendo a la inclusión de Cuba”, dijo el catedrático a la Agencia Andes.

Cree que una consecuencia a futuro es que una próxima Cumbre hemisférica va a tener que discutir previamente, y en forma muy estructurada, consistente y sistemática, el caso de Cuba.


“Una nueva Cumbre sin Cuba y sin Ecuador ya podría ser un fracaso político los presidentes de América Latina, y los propios Estados Unidos van a tener que revisar su posición o vamos a entrar a un nuevo escenario de debates, de disenso y de posicionamientos”, expuso.

Este miércoles, el vicepresidente del Ecuador, Lenin Moreno, respaldó la posición de Rafael Correa y mencionó que la exclusión de Cuba no puede ser un capricho que por el capricho de Estados Unidos la isla caribeña sea excluida.

“No se olvide que (EE.UU.) es un país que ha hecho un bloqueo inmisericorde, inhumano, falto de solidaridad a los cubanos desde hace ya decenas de años”, recalcó Moreno en declaraciones a periodistas.

El presidente del Ecuador Correa restó dramatismo a su ausencia de la Cumbre y mencionó que no cree que eso signifique que el país quede aislado y consideró que su decisión fue la correcta.

Durante un habitual diálogo con periodistas en la ciudad costera de Guayaquil, el Jefe de Estado se mostró en desacuerdo con los criterios que sostienen que la presencia en el cónclave era la ocasión propicia para exponer o dialogar sobre la exclusión de Cuba de cumbres hemisféricas.

Recordó que hace tres años con miras a la V Cumbre desarrollada en Trinidad y Tobago escuchó los mismos argumentos –que era el mejor foro para denunciar la exclusión de Cuba-. “Revisen mi intervención: se dijo que debía ser la última cumbre sin Cuba, y no nos hacen el más mínimo caso”.

Reiteró que no quiso causarle problemas a su homólogo colombiano Juan Manuel Santos y que le duele no visitar el país, pero “en algún momento había que empezar a tomar estas decisiones”. “Si no esto será el cuento de nunca acabar y son contradicciones inadmisibles, realmente inaceptables”.