En interés de que se disponga de información objetiva y veraz, deseo precisar que Bill Richardson vino a Cuba por su iniciativa y lo recibimos a su solicitud, en visita privada, como en otras ocasiones en el pasado, explicó la Directora de América del Norte del Ministerio de Relaciones Exteriores, Josefina Vidal.
La nota especificó que la liberación del ciudadano norteamericano preso en Cuba, Alan Gross, nunca estuvo sobre la mesa durante los preparativos de su visita, lo cual se le aclaró a Richardson inmediatamente que lo planteó, detalló.
Su solicitud de ver al recluso sin previa anticipación se tornó imposible, indicó, a raíz de sus declaraciones calumniosas a la prensa, en las cuales calificó a Alan Gross de "rehén" del gobierno cubano.
Además de su intento de presionar, al afirmar públicamente que no se retiraría de Cuba hasta no cumplir este propósito, amplió.
El documento expuso que se le recordó a Richardson que Cuba es un país soberano, que no acepta chantajes, presiones, ni prepotencias.
Testificó que el gobierno cubano, a pesar de no estar obligado legalmente a dar acceso a ciudadanos privados a ningún sancionado, por razones humanitarias ha facilitado encuentros con Gross de personalidades norteamericanas que han visitado el país y que lo han solicitado de manera privada, discreta y respetuosa.
Añadió que el estado de salud de Gross es normal, de acuerdo con su edad y padecimientos crónicos, y recibe una atención médica esmerada, lo cual pudo corroborar la Sección de Intereses de Estados Unidos durante la visita consular realizada el pasado 9 de
septiembre.
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