A pesar de que ETA fue un fenómeno atmosférico que no permitió un adelanto definido de su posible rumbo, ni siquiera una clara identidad sobre su categoría, pues su inestabilidad a lo largo de su trayectoria fue muy variable, sujeto cambios constantemente, no agarró desprevenido a los avileños.
Las orientaciones precisas del Consejo de Defensa Provincial, los avisos emitidos por el Estado Mayor Nacional de la Defensa Civil obligaron a las estructuras de base adoptar las medidas necesarias, bien para recibir un ETA convertido en Tormenta Tropical o en huracán.
En la madrugada de este domingo tocó a las puertas de la provincia de Ciego de Avila, y encontró a un pueblo despierto, preparado para el enfrentamiento de un nuevo combate, con tropas entrenadas con anticipación mediante ejercicios teórico y prácticos y un escenario preparado para una contingencia de este tipo.
En realidad, en la ciudad de Morón fue una noche de inquietudes, de rastreo de emisoras y canales de televisión en busca de un parte meteorológico con nuevos elementos.
Ya cerca del amanecer, fuertes ráfagas de vientos y lluvias incesantes, cubrieron nuestra ciudad. En poco tiempo llegó una calma, que o pocos denominamos "el Ojo de Eta", pero que en realidad se trataba de una equivocación... La tormenta se alejaba, dejando pocos daños en el territorio, algunas áreas inundadas, árboles derribados y sistemas de drenaje a punto de saturación.
De esta manera, todos nos alegramos del cruce de esta tormenta, sin, prácticamente mucho que lamentar. Ahora Eta sigue su trayectoria hacia el occidente llenando de interrogante a otras provincias cubanas.
Por suerte, ya estamos en la fase recuperativa.
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