El coronavirus no tiene horario, ni fecha en el calendario

                               

Tal parece que el  #QuédateEnCasa se ha interpretado erróneamente  por muchas personas en mi ciudad. Cierto que permanecer todo el tiempo entre las paredes de la vivienda  resulta incómodo, aburrido, máxime cuando el ajetreo laboral por costumbre, mantiene  fuera del hogar a  la  mayoría de los miembros de cada familia.

Pero las circunstancias han obligado a la aplicación de medidas a cumplir por la sociedad, por el bien de todos,

ya que se trata  de un virus agresivo, sin rostro, y que no tiene en cuenta sexo, edad, raza, ni ningún otro detalle.


Es frecuente en determinados horarios, sobre todo por la mañana, observar aglomeraciones frente a establecimientos  comerciales, personas transitando por las  aceras, conversando animadamente o quizás sentado en bancos como pasando el tiempo del coronavirus. Entonces pensamos que no  hay percepción de riesgo, pese a los reiterados llamamientos de las autoridades en todas las instancias.

Sin embargo, todo lo contrario se presenta en otros horarios del día, donde no se  observa  a nadie en los portales,  ni en la calle, una ciudad completamente solitaria. Es entonces cuando nos percatamos que el pueblo se cuida del peligroso virus.

El error está en considerar que hay momentos  específicos para el contagio, sin tener en cuenta que el Covid-19 está en cualquier parte, y a todas horas del día.