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domingo, 23 de marzo de 2014

Un guajiro miembro de la UNEAC

Pablo Díaz, poeta de Tamarindo
-(Retomado del archivo de Sin Rodeo)
Una visita al cercano poblado de Tamarindo,  localizado entre el lomerío del avileño municipio de Florencia, me permitió conocer a un guajiro que por sus méritos como poeta de tierra adentro, se convirtió en el primer campesino del país miembro de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC).

Pablo Díaz Díaz, además de poeta, es humorista por excelencia y en su quehacer literario sobresale la publicación de dos libros: “Tamarindo dulce” y “Tan serio como una tusa”, este último con más de cien décimas  sobre realidades, ironías e imaginaciones.



“A pesar de mis 85 años me siento joven –comenta- mi padecimiento de cardiopatía lo combato con el trabajo en el surco y mi otro medicamento, muy eficaz, por cierto, es la improvisación de décimas”, confiesa Pablo.

Recomienda que el que quiera  vivir feliz muchos años que cultive  el humor, porque “eso no le resta seriedad a la persona”.

Este decimista tiene varias publicaciones en las revistas Bohemia, Verde Olivo y  de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP). Es fundador del taller literario Lucas Buchillón, el primero que se creó en Cuba a principios de 1970.

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