Labiofam, que cuenta con 17 empresas asociadas, inició sus labores en la década de los años 60 del siglo pasado, sobre todo en la industria de vacunas y medicamentos, a los cuales se unieron otros sectores con el paso del tiempo.
Con los años incorporó nuevas áreas y tecnologías modernas con la intención de buscar soluciones a la economía cubana, según su representante en Bolivia, Pavel Pizart, quien aseguró que la entidad ha merecido reconocimiento tanto dentro como fuera de Cuba.
La referida institución, del Estado cubano, mantiene relaciones comerciales con empresas de más de 60 países y se destaca en el control de enfermedades transmitidas por vectores, además de la lucha contra el cáncer.
También en la construcción de fábricas biotecnológicas para obtener producciones agrícolas más sanas y con buenos rendimientos, así como brindar asistencia técnica para proyectos de impacto en la salud, la producción de alimentos y el sector agropecuario, según Pizart.
Luego de varios años de trabajo en Bolivia y como parte de la colaboración entre los dos países, Labiofam decide crear la filial en Cochabamba con el objetivo de comercializar bienes y servicios en los sectores biotecnológico, farmacéutico, alimenticio y agroindustrial.
Durante 2014, como parte de la cooperación y tomando como punto de partida los acuerdos de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América, se amplió el marco de intercambio, el cual alcanzó la asistencia técnica especializada en la rama agroindustrial, y Labiofam firmó con Bolivia tres contratos para edificar nuevas industrias.
La empresa trabajará en dos plantas liofilizadoras de frutas, además de otra de procesamiento de Stevia.
A la ceremonia inaugural de sus oficinas confirmó la asistencia, entre otras personalidades, el gobernador del departamento de Cochabamba, el exministro de Comunicación y otrora vocero presidencial, Alex Canelas.
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