Apenas cinco semanas después de la primera ronda de conversaciones sobre el proceso de restablecimiento de relaciones diplomáticas, los gobiernos de Cuba y Estados Unidos vuelven a la mesa de diálogo en una mañana de temperaturas gélidas en Washington, en busca de respuestas a sus inquietudes y acercar posiciones.
Con el saludo de rigor de Josefina Vidal Ferreiro, directora general de Estados Unidos de la cancillería cubana y Roberta Jacobson, secretaria adjunta del Departamento de Estado para el Hemisferio Occidental, comenzaron en el Departamento de Estado los diálogos entre las dos delegaciones.
Tras el breve momento para que la prensa tomara algunas instantáneas, iniciaron a puertas cerradas las conversaciones.
A esta reunión, Cuba asiste con expectativas respecto a dos asuntos importantes para crear el contexto apropiado para el restablecimiento de relaciones diplomáticas y apertura de embajadas: la exclusión de Cuba de la lista de patrocinadores del terrorismo y la solución de la situación bancaria que enfrenta la Sección de Intereses en Washington para sus operaciones financieras desde hace más de un año.
En la primera ronda de conversaciones Cuba expresó sus preocupaciones por la garantía y protección de los derechos humanos en EE.UU., y como parte de las conversaciones, la representación gubernamental de la Isla trae una propuesta concreta para abordar este tema de manera bilateral, en igualdad de condiciones y con respeto a la soberanía de los pueblos.
Cuba y los Estados Unidos están dando pasos para restablecer los nexos diplomáticos rotos hace más de medio siglo, pero la normalización de relaciones es un proceso mucho más largo y complejo que pasará en primer lugar por el levantamiento del bloqueo económico, comercial y financiero de ese gobierno al pueblo antillano, como ha reiterado el gobierno cubano.
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