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viernes, 20 de abril de 2012

Accidente del tránsito provoca muerte de médicos cubanos en Venezuela

Comunicado del Presidente Hugo Chávez 
Caracas, 18 de abril de 2012 
Comunicado del Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez, por la desaparición física de los compañeros Yudelkis Anet Pereira Urquiza, Osvaldo Juan Barceló Bedriñana y José Ramón Lemus de la Misión Milagro

¡Cuán triste es esta hora para Cuba y para Venezuela! ¡Cuán infinitamente dolorosa, así lo siento, para dos Pueblos a los que hermana la misma batalla por la dignidad y por la felicidad! ¡Cuánto pesar por tan inesperado infortunio acaecido en el estado Mérida! Hoy nos toca despedir, con una lágrima cruzando nuestros corazones, a los compañeros Yudelkis Anet Pereira Urquiza, Osvaldo Juan Barceló Bedriñana y José Ramón Lemus de la Misión Milagro.

Yudelkis Anet y Osvaldo Juan vinieron desde la Cuba revolucionaria y hermana para ejercer entre nosotros el más sublime y ejemplar
apostolado de la salud y la vida en la Misión Milagro. En sus almas resonaba y sigue resonando la hermosa sentencia martiana: La patria está hecha del mérito de sus hijos. Y desde ese talante pleno de cubanía, de cubanía amorosa y liberadora, están señalando el camino del compromiso internacionalista. Se consagraron enteramente a la felicidad de sus hermanos y hermanas de Venezuela. Ellos encarnan el abrazo eterno del Apóstol con el Libertador.

José Ramón formaba parte de una cooperativa de conductores que presta sus servicios a la Misión en el estado Mérida, y destacaba por su vocación de trabajo y su calidad humana. Él era y es viva y ejemplar expresión del gran Pueblo bolivariano; de su proverbial bondad y de su infinito amor. Si alguien preguntara quién fue y seguirá siendo José Ramón, yo le contestaría con el poeta Luis Alberto Crespo: Una tierra como nosotros.

A los tres los llevaremos siempre en nuestros corazones con gratitud y admiración: viven y vivirán en ellos como viven y vivirán en la victoria de la Revolución Bolivariana.

Siempre es necesaria la inmensa dulzura del verbo del Apóstol Martí para darnos fuerza en la hora del llanto y de la aflicción: No me pongan en lo oscuro/ A morir como un traidor:/ Yo soy bueno, y como bueno/ ¡Moriré de cara al sol! Yudelkis Anet, Osvaldo Juan Y José Ramón murieron de cara al sol, y de cara al sol han resucitado en el amor de nuestros Pueblos.

(Tomado de RNV/ Prensa Presidencial de Venezuela)

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